En un mundo que experimenta una intensa presión sobre la salud medioambiental y ecológica, la mayor fuerza para un cambio positivo en el medioambiente es el comportamiento de compra de los consumidores del mundo.
En un mundo que experimenta una intensa presión sobre la salud medioambiental y ecológica, la mayor fuerza para un cambio positivo en el medioambiente es el comportamiento de compra de los consumidores del mundo.
Las decisiones de compra acumuladas de miles de millones de particulares y empresas de todas las economías mundiales determinarán si nuestros problemas medioambientales mejoran o siguen deteriorándose. Desde el abastecimiento de materias primas hasta la fabricación, el embalaje y la distribución de productos, pasando por la gestión de residuos, las soluciones medioambientales empiezan por el compromiso de los consumidores.
Una reciente encuesta realizada por Antalis en colaboración con IFOP en 2021 entre clientes empresariales de Europa (Francia, Reino Unido, Dinamarca, Alemania, Polonia y Países Bajos) arrojó unos resultados alentadores. La encuesta sondeó a 302 consumidores de embalajes de empresas de Francia, Reino Unido y Dinamarca, y a 300 de Alemania, Polonia y Países Bajos, sobre su compromiso con las prácticas empresariales éticas y el grado en que las cuestiones medioambientales influyen en sus decisiones de compra.
Los sectores de actividad de las empresas eran el comercio minorista y mayorista, la producción de alimentos y bebidas, la maquinaria y equipos, la electrónica, el comercio electrónico y el transporte.
De los 602 encuestados, el 62% contaba con una política de responsabilidad social corporativa (RSC) o estaba en proceso de desarrollarla. Dado que las políticas de RSE son más comunes entre las grandes empresas, el porcentaje era mayor en los Países Bajos (59%).
En la actualidad, el 48% de las empresas encuestadas ofrecen información medioambiental online sobre sus productos y servicios. En cuanto a su propia percepción de su éxito a la hora de abordar las cuestiones medioambientales, el 51% de las empresas se consideraban medias, mientras que el 39% se consideraban avanzadas -con un avance más pronunciado en Alemania (58%) y Polonia (52%). Sólo el 10% de los encuestados se consideraba retrasado en el tratamiento de las cuestiones medioambientales.
Hubo poca diferencia entre los países en cuanto al impacto de la pandemia del Covid-19 en sus planes medioambientales. Mientras que el 19% afirmó que había ralentizado sus esfuerzos por abordar las cuestiones medioambientales, el 71% afirmó que no había tenido ningún impacto en sus planes. Sólo el 10% de las empresas afirmó haber acelerado sus planes medioambientales desde el comienzo de la pandemia.
Entre los criterios que influyen en las decisiones de compra de embalaje por parte de los clientes, el precio del producto sigue siendo el factor más importante. Más de la mitad de las empresas (51%) afirmaron que la competitividad del precio era el criterio más importante en su toma de decisiones y el 87% en general lo citó como importante. Sin embargo, un hallazgo destacable de la encuesta fue que el respeto medioambiental del producto envasado era tan importante para los compradores como la funcionalidad del producto. Ambos criterios ocuparon el segundo lugar (43%) entre todos los criterios citados, superando significativamente a factores como la amplitud de la gama de productos (35%) y la reputación del proveedor (26%).
Aunque el precio sigue siendo una preocupación clave para los responsables de compras, casi dos tercios de las empresas encuestadas se declararon abiertas a la idea de pagar más por un producto respetuoso con el medioambiente.
Los clientes de Antalis ya tienen en cuenta una serie de aspectos medioambientales cuando compran productos de embalaje. El cliente medio encuestado en los tres países utiliza más de cinco criterios relacionados con el medioambiente para tomar sus decisiones de compra. Los factores más citados fueron la reducción de residuos (63%), la reciclabilidad del producto (60%) y el uso de materiales reciclados (54%). El uso de materiales renovables (49%) y la reducción del uso de materiales no renovables (44%), como el plástico, también obtuvieron puntuaciones altas.
Los encuestados también señalaron la creciente importancia del origen de los productos de embalaje. El 52% afirmó que consideraba esta cuestión importante o muy importante en la actualidad y el 68% dijo que esperaba que fuera más importante en el futuro. Las empresas con políticas de RSC tienden a considerar el tema más preocupante que las que no las tienen.
Los consumidores europeos de productos de embalaje se toman en serio los problemas medioambientales. Así lo pone de manifiesto el número de empresas que tienen o están desarrollando políticas de RSC y el número de las que utilizan regularmente criterios medioambientales a la hora de tomar sus decisiones de compra. Sin embargo, las decisiones que toman estas empresas se sitúan necesariamente en el contexto de un mercado competitivo.
Puede que consideren el respeto al medioambiente como un factor importante en sus decisiones, pero es probable que el coste siga siendo una consideración primordial para ellas. Las soluciones de embalaje eco-responsables también deben ser económicas.
Para Virginie Mallet, Directora de Marketing de Packaging para EMEA de Antalis:
"Este estudio demuestra que las empresas ya están comprometidas con la lucha contra los problemas medioambientales y seguirán haciéndolo, y eso es bueno. Como distribuidor líder de soluciones de embalaje en Europa, hemos situado el medioambiente en el centro de nuestra estrategia y estamos comprometidos a satisfacer las necesidades de nuestros clientes en términos de sostenibilidad, especialmente sus altas expectativas en relación con la transición hacia una economía circular mejor y más eficiente. Por ello, damos prioridad a los materiales certificados FSC o PEFC y hemos creado la plataforma Antrak para reforzar la trazabilidad y la responsabilidad de nuestra cadena de suministro, favoreciendo siempre los embalajes reciclables".